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jueves, 17 de octubre de 2013

ORACIÓN


Señor..

Me ves y no soy más que un ánima de lo que fui,
una sombra errante volviendo sobre sus pasos,
un corazón sangrante;
mi alma es tuya, Señor,
pero mi maltrecha mente
rebosa melancolía..,
harapos de recuerdos
vagando hacia un poniente incierto
para convertirme en ausencia.

Señor...

Mira mis huesudas manos
casi femeninas, implorándote,
que me des la vida
o fenecer de ella,
agria es como la uva putrefacta.
Reconóceme, Señor,
como un alma llena de dolor,
te impetro pues, si es posible,
un digno fin en las estrellas.


Porque si ayer fui un fuego voraz
hoy soy cenizas del presente.
Mi corazón herido
no da para más;
grande se me hace la vida, Señor,
como una llorosa losa...

Señor...

Dame la vida que anhelo,
devuélveme la infancia,
los abrazos, mi primer amor,
mis juegos y mis risas.
Todo esto te pido
desde mi torturada alma

Guillem de Senent. 17/10/2013. Todos los derechos reservados

4 comentarios:

  1. Dolorosas y tristes letras, hablando del fin de este camino, aunque el fin sólo lega cuado lo que se seca es el alma... muy bueno amigo, felicidades.

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  2. Gracias, amigos. A veces la vida nos da una de cal y otra de arena.

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